BeBop Sensors ha anunciado, en el marco de la feria IDTechEx Wearable USA Conference, el lanzamiento de su Smart Helmet Sensor System, un sistema de sensores de impacto para cascos que permite localizar y cuantificar impactos.
Para ello, este sistema de sensores utiliza la tecnología Force Location Sensor System desarrollada por la misma BeBop, la cual le proporciona la capacidad de capturar una completa imagen a alta velocidad de todo el incidente que desemboque en el impacto desde el punto de vista de la misma cabeza de quien lo sufre.
En comparación con esta tecnología, los sistemas clásicos basados en acelerómetros no pueden detectar en punto exacto del impacto, ni toda la historia del recorrido hasta llegar a él. La tecnología empleada en este sistema de sensores de impacto para cascos permite conocer datos exactos de velocidad y ubicación mediante la medición de la aceleración con un IMU de seis ejes y hasta 160 Gravities.
Proporciona información en tiempo real con una serie de comandos personalizables hacia un dispositivo Bluetooth emparejado, que permite obtener una pronta respuesta y estudio post-trauma. Para ello, utiliza Bluetooth de bajo consumo (BLE).
Lo mejor de este sistema de sensores de impacto para cascos es que no provoca falsas alarmas por caídas accidentales como, por ejemplo, cuando el casco se desliza de nuestras manos para ir a parar al suelo, sin daño de ninguna clase para el sujeto que lo utiliza. Volviendo a los sistemas clásicos basados en acelerómetros, estos sí pueden provocar falsas alarmas provocadas por caídas sin importancia.
También puede ser programado para ejecutar mecanismos de respuesta de seguridad como, por ejemplo, una llamada de emergencia o cualquier otro tipo de reacción.
Otras propiedades de los sensores de impacto para cascos
Los impactos son captados gracias a una red de más de cuarenta sensores embebidos en el revestimiento del casco, por lo que puede seguir y guardar la información de múltiples impactos en tiempo real y guardarla en la memoria F-RAM.
El tiempo de respuesta de los sensores ante un potencial incidente es de apenas unos milisegundos, a partir de ese momento, todo el sistema, la red de sensores, escanea la cabeza unas 400 veces por segundo, almacenando internamente los últimos 16 segundos de datos.
Los fabricantes de cascos pueden adaptar la construcción de la red de sensores para que encaje con sus diseños.