En materia de seguridad laboral, todas las precauciones son pocas.
Desde la implantación de la normativa de Prevención de Riesgos Laborales, se han evitado multitud de accidentes. No obstante, hay que seguir trabajando para que sigan disminuyendo. Entre todas las medidas de prevención que se deben adoptar, una de las más importantes está relacionada con la ropa y el calzado de seguridad en el trabajo.
Protegerse frente a los posibles accidentes que se dan en cualquier entorno laboral es una responsabilidad, un derecho y también una obligación por parte de los trabajadores. Del mismo modo, los empresarios deben colaborar proporcionándoles las herramientas y equipos necesarios de protección, siendo la ropa y el calzado uno de los elementos básicos fundamentales.
Ropa de seguridad laboral
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo es el encargado de clasificar la ropa laboral de seguridad dependiendo de su uso y de la industria de destino. Para facilitar la elección en dependencia de la actividad que se realice, se diferencian estos 8 grupos que se presentan a continuación.
1. Ignífuga y de protección de altas temperaturas
Está diseñada para soportar las temperaturas elevadas y también el fuego. Se dividen en diferentes grados dependiendo del nivel de protección que ofrezcan. La emplean los bomberos y otros profesionales que trabajan en entornos donde se alcanzan niveles de grados centígrados extremos.
2. Protección contra el frío
En el lado opuesto al caso anterior, se encuentra esa ropa laboral destinada a proteger contra las bajas temperaturas, manteniendo un aceptable nivel corporal en los usuarios. Se trata de prendas que aíslan del frío, de la lluvia y la nieve, siendo, además, completamente impermeables.
3. Alta visibilidad
Especialmente elaborada para los trabajos que se desempeñan durante la noche o en aquellas circunstancias que requieren de un extra de visibilidad, aumentando la seguridad de los profesionales con materiales reflectantes y fluorescentes.
4. Salvaguardar contra accidentes de origen mecánico
Estas prendas, que incluyen zapatos o guantes, protegen ante rozaduras, pinchazos, cortes e impactos y se realiza con materiales como el Kevlar o el Twaron.
5. Protección contra riesgo químico
Destinadas a proteger frente al contacto con un elemento químico que pudiera ser corrosivo o producir quemaduras. Existen dentro de este grupo 6 categorías en las que se dividen las prendas encargadas de cubrir al trabajador ante posibles accidentes con sustancias químicas dependiendo del riesgo que evitan: gases, salpicaduras, protecciones de partículas, enlaces no herméticos, líquidos pulverizados y aerosoles.
6. Para la defensa anti radiaciones
Estas prendas protegen a los trabajadores frente a las radiaciones de carácter no ionizante. Aíslan los elementos mediante blindajes electromagnéticos y emplean tejidos con elevada conductividad eléctrica y disipación estática.
7. Protección contra contagios y ataques biológicos
Es utilizada por los profesionales de la salud y otros ámbitos para protegerse frente a un posible contagio de origen biológico, como la sangre y otros fluidos orgánicos. Se incluyen en este grupo los guantes y los zuecos, que cuentan con agentes bactericidas y son resistentes a los líquidos.
8. Para evitar peligros eléctricos
Cuenta de elementos aislantes, entre los que destacan no solo la ropa, sino también el tipo de calzado, los guantes y el casco.
Calzado de seguridad laboral
El calzado de seguridad laboral es de uso profesional y protege los dedos contra el impacto con una energía equivalente a 200 julios y frente a la comprensión con una carga de 15 Kilonewtons. Su nomenclatura es SB y se subdivide en función de los requisitos adicionales que cubra el zapato.
S1:
Este tipo de calzado tiene la parte trasera cerrada, es resistente al plegado, a la corrosión y a los hidrocarburos, además de contar con propiedades antiestáticas. Su uso está recomendado en electricistas, mecánicos o artesanos, entre otros.
S2
Además de contar con todas las características enumeradas para los S1, también son resistentes a la penetración y a la absorción de agua. Pueden ser de caña alta, recibiendo el nombre coloquial de botas de trabajo. Es el calzado idóneo para trabajos con altos niveles de humedad, como la construcción o en el transporte y almacenaje de la industria alimentaria.
S3
Reúne las cualidades del S2, pero se le añade suela con relieve y resistencia a la perforación de la plantilla y a la corrosión. Resulta el más adecuado para condiciones adversas, en sectores como la minería, la agricultura, las fábricas, entre otros.
S4 y S5
Por último, estas categorías están formadas por botas de plástico de goma o material PVC que se utilizan cuando se realizan trabajos en entornos líquidos. La diferencia entre uno y otro es que el S5 cuenta, además, con resistencia de seguridad a la perforación y suela con resaltes.
