Artículo técnico escrito por Mark Patrick, Technical Marketing Manager, para EMEA en el distribuidor internacional Mouser Electronics en el que habla sobre las implicaciones que supone Blockchain.
El tumultuoso cambio provocado por la llegada de la tecnología de la información a todos los aspectos de nuestra sociedad está dando lugar a una gran cantidad de retos y oportunidades. Por una parte, el Internet de las Cosas (IoT) y la computación en la nube están incorporando una cantidad increíble de funciones a los dispositivos personales. Por otra, la seguridad, la confianza y la capacidad de proteger las transacciones de mercancías y datos son absolutamente necesarias para que esas funciones no sean inútiles.
El cifrado, las contraseñas y la seguridad básica de las operaciones resuelven en gran medida el problema de la protección, pero, aunque las comunicaciones estén cifradas, también es necesario que existan formas de verificar los usuarios y las mercancías en un sistema. Este problema es especialmente grave cuando hablamos de artículos de valor.
La posible solución
Para resolver el problema, Satoshi Nakamoto creó Blockchain en 2008. Su finalidad era ser utilizado a modo de libro mayor de las transacciones realizadas en una nueva moneda electrónica, el Bitcoin. Se crearía un “grupo de confianza” de usuarios que podrían compartir listas de registros llamadas bloques, que establecerían un sistema cifrado y seguro en el que ningún usuario pudiera manipular los datos compartidos. Cada bloque de datos codificado contendría la información del bloque anterior, una marca de tiempo y todos los datos de la transacción.
La creación de un mercado común de datos compartidos en el que todo el mundo tiene información en tiempo real sobre los artículos etiquetados en el sistema permite empoderar a los usuarios. En un entorno de confianza compartido, a un agente exterior le resulta más difícil atacar o manipular los datos, porque todo el mundo, por definición, tiene una copia de seguridad personal. Por ello, el entorno de confianza compartido que ofrece Blockchain puede utilizarse para realizar el seguimiento, gestionar y comercializar cualquier cosa que los usuarios etiqueten en el sistema. Como resultado, Blockchain puede aplicarse tanto a bienes de consumo duraderos como a direcciones IP u otros activos intangibles, desde criptomonedas hasta mineral de cobre.
Para el IoT esta solución permite que los dispositivos de la nube, así como el software y los servicios que usan puedan ser totalmente seguros, además de participar con cualquiera en su Blockchain. La colaboración, la transacción y cualquier otra forma de interacción basada en la confianza pueden convertirse ahora en un activo seguido, verificado y compartido. Puede enviarse información de una persona a otra y de un dispositivo a otro sin miedo a acciones de pirateo o manipulación.
Blockchain ofrece otra ventaja clave
La descentralización del control. Una de las propiedades más potentes del Bitcoin, por ejemplo, es que no necesita un banco central que actúe como agencia de control. Cada usuario del sistema también forma parte de la conexión y la gestión, por lo que no hay ningún centro propiamente dicho, ni capas de gestión por encima de los administradores del sistema.
A su vez, esta descentralización fomenta un mayor nivel de independencia en la comunidad implicada. Cualquier grupo que se forme puede crear una red segura para usarla, con independencia de otras agencias u organizaciones. Es posible crear una criptomoneda propia, seguir a los miembros de un club de aficionados y sus creaciones, o configurar cualquier tipo de entorno seguro de transacciones y seguimiento.
La necesidad de contar con grupos seguros no puede subestimarse. Muchas organizaciones en línea han sufrido ataques de piratas informáticos, como los ataques Sybil, en los que se añade un gran número de usuarios falsos a un grupo para influir en cosas como votar sobre una cuestión o pujar por un producto. Blockchain impide esos ataques, pues cada usuario debe tener sus propios datos compartidos cifrados para participar.
Futuro para el Blockchain
Ya hay en el espacio del IoT grupos con soluciones basadas en Blockchain. Un ejemplo es Ocean Protocol, un ecosistema que permite compartir datos y servicios en fase de pruebas beta. Esta solución ofrece una capa de servicio tokenizada en la que se muestran datos que actúan como acuerdos de servicio verificables, lo que permite realizar transacciones seguras en el entorno de confianza compartido.
Ahora se está reconociendo ampliamente que Blockchain cuenta con todos los atributos necesarios para convertirse en la base de las implementaciones de la infraestructura del IoT, pues protege los datos de las transacciones de proyectos industriales, municipales y empresariales. Incluso puede reducir la congestión del tráfico urbano. Mobility Open Blockchain Initiative (MOBI) y Trusted IoT Alliance (TIoTA) se han asociado para lanzar las soluciones para vehículos conectadas a Blockchain MOBI Grand Challenge.
El objetivo de esta iniciativa es conseguir un transporte seguro y sin congestiones gracias a un protocolo de intercambio de datos protegido por Blockchain.
Por lo tanto, Blockchain puede ofrecer una solución muy eficaz a algunos de los peores problemas a los que se enfrentan los ingenieros en la actualidad en el ámbito de la seguridad y la verificación en contextos del IoT o de la nube, gracias a su inmutabilidad inherente. La confianza compartida, la redundancia de la información y la gestión descentralizada convierten su implementación en algo muy atractivo para el cada vez mayor número de aplicaciones que necesitan una sólida seguridad para la información y las transacciones.
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