Cumpliendo su responsabilidad civil: desde la escuela al centro de producción
Por ahora, los ministerios de Educación y Cultura asumen que la educación regular continuará de acuerdo con lo previsto – pero sujeta a estrictas regulaciones de higiene y distancia. Especialmente estas últimas son difíciles de tener en mente en el patio y en los pasillos y provocan la intervención permanente de los profesores. Mediante unas vibraciones, un dispositivo vestible recuerda a los alumnos jóvenes que permanezcan a la distancia aconsejada, eliminando así las advertencias permanentes de los supervisores y, en consecuencia, contribuyendo a traer más relajación a la vida escolar diaria. Dado que cada banda tiene su propia ID, varias pulseras (estudiantes) pueden interactuar fácilmente con un dispositivo del profesor.
Cuando los eventos culturales se aceleran lentamente, resulta indispensable contar con una regulación de admisión comprensible que ayude a mantener la distancia. Por ejemplo, cada visitante recibiría una pulsera al comienzo del acto y la devolvería a la conclusión. Al almacenar los detalles de los contactos en la muñequera, es posible rastrear las cadenas de infección con un “clic”. Las líneas “inexactas” en el suelo, que nadie puede reconocer durante un concierto y designan “zonas de pie”, serán entonces algo del pasado.
En tanto que los comercios y los gimnasios tienen que restringir el número de clientes por metro cuadrado en sus instalaciones, también necesitan un sistema de gestión de acceso fiable. Por ejemplo, un número reducido de carritos de la compra puede ser una solución improvisada para monitorizar cuántos clientes se encuentran en un supermercado. Sin embargo, en el calor de la “batalla” de la compra y debido a la seguridad aparente del uso de las mascarillas, mantener la distancia se convierte en un problema menor. Si las pulseras de distanciamiento social se reparten en la entrada de un establecimiento – evidentemente, sólo deben estar disponibles tantas cintas como personas puedan acceder – la función de vibración recuerda al cliente que tiene dar un paso atrás durante la compra o el entrenamiento.
Para los empleados en empresas dedicadas al procesado de alimentos, la manufactura y la logística, mantener la distancia durante las horas de trabajo resulta particularmente difícil. Por lo tanto, es importante poder reconstruir las cadenas de contacto de la manera más completa posible, al mismo tiempo que se cumple con las normativas de protección de datos. Tomar medidas preventivas podría evitar una cuarentena completa y el cierre de la factoría bajo determinadas circunstancias, si los afectados se aíslan a tiempo. Esto impide una pérdida total de la producción y el impacto económico asociado. Bajo esta perspectiva, los costes de adquisición de las pulseras para la plantilla de la fábrica se amortizan en un periodo de tiempo muy corto.
Con un diseño personalizado que usa técnicas de impresión láser y un peso de 24,5 gramos y una longitud total de 26 centímetros, esta pulsera basada en SoC se convierte rápidamente en una parte natural del equipo (de trabajo). Aparte del negro, también están disponibles dos colores pastel (rosa y verde menta) con un pedido de mil unidades. Gracias a la certificación IP67, los procesos de limpieza y desinfección son muy sencillos.
El material usado, PC/ABS (policarbonatos/acrilonitrilo butadieno estireno) y TPU (poliuretano termoplástico), asegura una elevada resistencia al desgaste y a las inclemencias meteorológicas, las grasas, los lubricantes y los disolventes, posibilitando el uso en entornos adversos. Evidentemente, todos los materiales utilizados están testados para garantizar la compatibilidad y superar lo establecido en las directivas RoHS y REACH.
Y, para los interesados, esta pulsera basada en SoC para mantener la distancia social, ya se encuentra disponible en Rutronik24: https://www.rutronik24.com/product/minew/b8-6001a/13905751.html
