Para evitar que los ocupantes o equipos de rescate puedan entrar en contacto con la corriente, estos circuitos integrados para el corte de corriente en vehículos eléctricos permiten cortar de golpe la corriente en el caso de que se produzca un accidente.
La fabricante alemana Bosch ha anunciado el lanzamiento de sus nuevos circuitos integrados específicos para aplicación (ASICs, por sus siglas en inglés), diseñados para cumplir con las especificidades requeridas en los sistemas embarcados en vehículos.
Están integrados en un sólo chip de silicio, el cual mide escasamente unos pocos milímetros cuadrados, pero que da cabida a circuitos complejos que proporcionan varios millones de funcionalidades electrónicas individuales.
Bosch ha aprovechado la celebración de la feria Electronica 2018 que se está celebrando en la localidad alemana de Múnich, para presentar cuatro de estos nuevos circuitos integrados para el sector automotriz.
Su función es la de cortar la alimentación eléctrica de los vehículos eléctricos en el caso de que ocurra un accidente, asegurando con ello que se preserva la seguridad del conductor y los pasajeros, así como también se permite que los equipos de auxilio trabajen sin poner en riesgo sus vidas.
Las baterías de los vehículos eléctricos trabajan a un alto voltaje, de 400 o 800 voltios. Por motivos obvios de seguridad, su cableado y electrónica han sido diseñados para ser muy resistentes. No obstante, todas las precauciones son pocas para garantizar la seguridad e integridad tanto de quienes van en el vehículo como de aquellos que pretenden rescatarlos.
Estos circuitos integrados para el corte de corriente en vehículos eléctricos de Bosch realizan una doble función: impedir que estas personas entren en contacto con el alto voltaje y que se prenda fuego en el vehículo al aislar completamente la batería del sistema eléctrico del vehículo.
Modelos de circuitos para el corte de corriente en vehículos eléctricos
El nuevo sensor IC CJ138 ofrece, en comparación con sus predecesores, opciones extendidas para adaptar una unidad de control del motor a un amplio abanico de sensores de oxígeno, así como un diagnóstico preciso del cable del sensor para cortocircuito o interrupción.
El CG135 es un IC que monitoriza los voltajes de alimentación en una unidad de control de la transmisión, impidiendo que la transmisión sea dañada en el caso de que haya algún fallo.
El CG912 forma parte de la gestión de la batería, disparando hasta cuatro fusibles de pirotecnia en el cableado de la batería en el caso de que se produzca un accidente, reduciendo con ello el riesgo de sufrir una descarga eléctrica al tocar el chasis del vehículo.
