Los nuevos módulos de protección constante ante sobretensiones de la serie Strikesorb 30-DRM con montaje en carril DIN absorben y disipan el exceso de energía sin alterar el rendimiento. Con diez años de garantía, son ideales en proyectos de telecomunicaciones, generación de energía, defensa y transporte y en prácticamente cualquier aplicación industrial en la que la continuidad del servicio y la seguridad de los equipos sean la premisa fundamental.
Raycap, distribuida en España por DISMATEL, anuncia la serie Strikesorb 30-DRM de módulos de protección constante ante sobretensiones para montaje en carril DIN en aplicaciones de alta seguridad para equipos e instrumentos.
Libres de mantenimiento, estos módulos Clase II absorben y disipan el exceso de energía de sucesivas subidas de tensión (por descargas de rayos y otros eventos) sin alterar el rendimiento.
Con un formato de 84 x 54 x 64,1 mm y 330 gramos, estos módulos de protección constante ante sobretensiones IP20 se encuentran disponibles en varias versiones para adecuarse a las necesidades de cada proyecto: Strikesorb 30-V1-DRM (60 V), Strikesorb 30-A-DRM (120 V), Strikesorb 30-B-DRM (240 V), Strikesorb 30-C-DRM (277 V) y Strikesorb 30-D-DRM (400 V).
Estos SPD de Tipo 2 (UL 1449) se caracterizan por una tensión AC nominal (Un) de 60 a 400 V y máxima en continua (Uc) de 75 a 480 V, resistencia de sobretensión AC temporal (UT) de 114 a 762 V, tiempo de respuesta de menos de 1 ns, corriente de descarga nominal (In) de 20 kA (en 8/20 µs), capacidad de corriente máxima de 60 kA (en 8/20 µs).
Además, operan en el rango de temperatura de -40 a +85 °C, cumplen los estándares UL1449 (cuarta edición), IEC 61643-11:2011, EN 61643-11:2012, IEEE C62.11:2012, IEEE C62.41.2:2002 e IEEE C62.45:2002, y poseen los certificados UL, VDE y CE.
Tecnología en los módulos de protección constante ante sobretensiones
Cada módulo Strikesorb 30-DRM incorpora un disco de varistor de óxido metálico (MOV) heavy-duty de fabricación propia del grupo (VARSI), proporciona mínima resistencia de contacto interno, excelente gestión térmica del propio MOV y distribución uniforme de la corriente (en caso de sobretensión) sobre el área total del elemento de protección, beneficiándose de una capacidad de drenaje de energía inigualable hasta la fecha. Por ello, estos protectores poseen una garantía de diez años.
