Artículo escrito por Uri Guterman, director de producto y marketing en Hanwha Techwin Europe
Nos hemos acostumbrado a que la inteligencia artificial (IA) esté presente en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Antes, utilizar inteligencia artificial requería enormes salas de servidores y una gran potencia informática, inevitablemente una inversión importante en energía y recursos informáticos. Ahora, se llevan a cabo más tareas mediante dispositivos ubicados en nuestro mundo físico, en los «equipos de campo». Al no tener que transmitir datos sin procesar a un servidor para su análisis, la Inteligencia Artificial en los dispositivos de campo o “Inteligencia Artificial embebida” está configurada para hacer que la inteligencia artificial esté aún más omnipresente en nuestro mundo. Además, proporciona grandes beneficios en la industria de la videovigilancia.
Beneficios de sostenibilidad
La Inteligencia Artificial embebida tiene varios beneficios comparada con la Inteligencia Artificial basada en servidor. En primer lugar, se reducen las necesidades y los costes de consumo de ancho de banda, ya que se transmiten menos datos al servidor (también, los beneficios de seguridad que se describen a continuación). Disminuye el coste de propiedad y también puede haber importantes ganancias de sostenibilidad, ya que ahora no es necesario mantener una gran sala de servidores. También se pueden lograr ahorros de energía en el propio dispositivo, puesto que puede requerir mucha menos energía para llevar a cabo tareas de Inteligencia Artificial localmente en lugar de tener que enviar datos al servidor.
Eficiencia de costes
Los dispositivos de campo con Inteligencia Artificial, en comparación con los equipos informáticos basados en la nube, generalmente no obligan a tener una tarifa de suscripción recurrente, lo que evita los aumentos de precios que esto puede generar. Centrarse en los dispositivos de campo también permite a los usuarios finales invertir en su propia infraestructura.
Mayor escalabilidad
Las cámaras que disponen de Inteligencia Artificial embebida pueden hacer que una instalación de vídeo sea más flexible y escalable, lo que es particularmente útil para las organizaciones que desean implementar un proyecto por etapas. Se pueden agregar más cámaras y dispositivos con Inteligencia Artificial al sistema a medida que las necesidades evolucionan, sin que el usuario final tenga que comprometerse, desde el principio, con servidores grandes, GPU caras y un importante ancho de banda. 1]
Mayor eficiencia operativa y seguridad
Puesto que el análisis de vídeo se realiza en el (dispositivo), solo es necesario enviar los metadatos a través de la red, lo que también mejora la ciberseguridad, ya que no hay datos confidenciales en tránsito que los piratas informáticos puedan interceptar. El procesamiento se realiza en la cámara, por lo que no es necesario enviar datos sin procesar ni transmisiones de vídeo por la red.
Como el análisis se realiza localmente en el dispositivo, la Inteligencia Artificial elimina los retrasos en la comunicación con la nube o un servidor. Las respuestas llegan antes, lo que significa que tareas como enfocar automáticamente las cámaras en un evento, conceder acceso o activar una alerta de intrusión, puede ocurrir casi en tiempo real.
Además, ejecutar Inteligencia Artificial embebida en un dispositivo puede mejorar la precisión de los activadores y reducir las falsas alarmas. El conteo de personas, la medición de la ocupación, la gestión de colas y otros, se pueden realizar con un alto grado de precisión gracias a la Inteligencia Artificial embebida, que utiliza Deep Learning. Esto puede mejorar la eficiencia de las respuestas de los operadores y reducir las molestias, ya que no tienen que responder a las falsas alarmas. Las cámaras con Inteligencia Artificial también pueden ejecutar múltiples analíticas de vídeo en el mismo dispositivo, otra mejora de eficiencia que significa que los operadores pueden implementar fácilmente la Inteligencia Artificial para alertar sobre posibles emergencias o intrusiones, detectar incidentes de seguridad o rastrear sospechosos, por ejemplo.
Mejoras de la calidad de vídeo
Además, al utilizar Inteligencia Artificial embebida , se mejora la calidad del vídeo capturado. La reducción de ruido se puede llevar a cabo localmente en un dispositivo y, mediante la Inteligencia Artificial , se puede reducir específicamente el ruido alrededor de los objetos de interés, como una persona que se mueve en una zona detectada. Las funciones como BestShot garantizan que los operadores no tengan que revisar muchas imágenes para encontrar el mejor ángulo de un sospechoso. En su lugar, la Inteligencia Artificial ofrece BestShot de inmediato, lo que ayuda a reducir los tiempos de reacción y acelerar las investigaciones posteriores al evento. Tiene el beneficio adicional de ahorrar espacio de almacenamiento y ancho de banda, ya que solo se transmiten y almacenan las mejores imágenes capturadas.
La tecnología de compresión basada en Inteligencia Artificial también funciona para aplicar una tasa de compresión baja a los objetos y personas que la Inteligencia Artificial detecta y rastrea, mientras aplica una tasa de compresión alta al campo de visión restante, lo que minimiza los requisitos de almacenamiento de datos y ancho de banda de la red.
Utilización de metadatos
Las cámaras con Inteligencia Artificial embebida ofrecen metadatos a software de terceros a través de una API (interfaz de programación de aplicaciones). Esto significa que los integradores de sistemas y los socios tecnológicos pueden utilizarlo como un primer medio de clasificación de Inteligencia Artificial y luego aplicar un procesamiento adicional en los objetos clasificados con su propio software, agregando otra capa de análisis encima.
Flexibilidad
No hay un único punto de fallo cuando se utiliza la Inteligencia Artificial embebida. La Inteligencia Artificial puede seguir funcionando incluso si se produce un fallo de la red o del servicio en la nube. Los activadores aún pueden entrar en acción localmente o enviarse a otro dispositivo, con grabaciones y eventos enviados al equipo central cuando se restablecen las conexiones.
La Inteligencia Artificial se procesa casi en tiempo real en los dispositivos de campo en lugar de transmitirse a un servidor o a un servicio de nube remoto. Esto evita que conexiones de red potencialmente inestables retrasen los análisis.
Beneficios para los instaladores
Específicamente para los instaladores, ofrecer Inteligencia Artificial embebida como parte de sus instalaciones les ayuda a diferenciarse en el mercado al ofrecer soluciones para muchos casos de utilización distintos. Las soluciones listas para utilizar son muy atractivas para los usuarios finales que no tienen el tiempo o los recursos para configurar análisis de vídeo manualmente.
Las cámaras con Inteligencia Artificial , como las de la gama Wisenet X y P, funcionan desde el momento de su instalación, por lo que no es necesario que los expertos en análisis de vídeo configuren las analíticas. Los instaladores no tienen que perder un tiempo valioso configurando software complejo en el lado del servidor. Esto también tiene un impacto positivo en el tiempo y los costes de formación.
Mirando al futuro
El futuro de la Inteligencia Artificial embebida es muy prometedor. Hay cada vez más fabricantes que buscan formas de ampliar la clasificación realizada por las cámaras con Inteligencia Artificial e incluso avanzar hacia la utilización de cámaras con Inteligencia Artificial como plataforma, para permitir que integradores de sistemas y empresas de software creen sus propias aplicaciones de inteligencia artificial que se ejecutan en las cámaras.
Actualmente, se trata de un campo que merece la pena explorar tanto para los usuarios finales como para los instaladores debido a las enormes ganancias en eficiencia, precisión y sostenibilidad que promete la inteligencia artificial avanzada.