Seagate, fabricante especializado en soluciones de almacenamiento, ha presentado el ClusterStor G200 Spectrum Scale, un sistema de almacenamiento para computación pensado para computación pensado para proporcionar servicio a ordenadores de alto rendimiento.
Para ello, el G200 integra discos de 3,5” ClusterStor HPC, los cuales han sido diseñados específicamente para las aplicaciones de computación de alto rendimiento. Este dispositivo de almacenamiento de Seagate es, además, el primero en soportar el sistema de ficheros IBM Spectrum Scale (conocido hasta ahora como General Parallel File System – GPFS).
Este último proporciona una serie de funcionalidades orientadas a dotar a las empresas y organizaciones de herramientas para gestionar el apabullante crecimiento del volumen de datos procedente del Big Data.
La unidad de almacenamiento G200 de Seagate ha sido diseñada con 84 bahías para discos de 3,5 pulgadas, ya sean mecánicos tradicionales o de nueva tecnología óptica (SSD). En total, tiene una medida de 5U (cinco Unidades de Rack), y dispone de los controladores de almacenamiento embebidos.
Cada uno de los 84 discos que pueden ir montados en el dispositivo soporta hasta 4 TB, lo que supone un almacenamiento total de 336 TB. La velocidad secuencial de datos puede llegar hasta los 300 MB/s, y ofrece un rendimiento aleatorio un 35% más rápido que cualquier otro disco de 3,5” (siempre según la compañía fabricante).
El sistema de almacenamiento para computación G200 ha sido concebido y construido por Seagate desde la base para enfrentarse a las tareas de computación de alto rendimiento, con todos los elementos (desde la caja hasta el software pasando por las unidades de disco) optimizados para ofrecer rendimiento y escalabilidad.
Usos para el sistema de almacenamiento para computación
Las aplicaciones para la que está pensado este sistema de almacenamiento para computación de alto rendimiento son las de las industrias relacionadas con las ciencias de la vida, la automoción, el diseño aeroespacial o los servicios financieros entre un vasto espectro de aplicaciones de computación técnica.
El sistema de almacenamiento para computación llega a manos de los usuarios pre-configurado, probado y a punto para su despliegue, de forma que es posible tenerlo en producción sólo en horas tras su recepción. Además, los usuarios pueden beneficiarse de su escasa huella si lo comparamos con los nodos externos tradicionales que están dedicados a servir ficheros.
Esto, a su vez, además de significar una menor necesidad de espacio, redunda en menos consumo energético, y la bajada de los costes de refrigeración sin comprometer el rendimiento del sistema.
